Friday, September 20, 2019

LIBRO DE URANTIA - PARTE IV - LOS SERMONES DE JESUS - 34. EL DISCURSO SOBRE LA TENTACIÓN

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LIBRO DE URANTIA PARTE IV LOS SERMONES DE JESUS
34. EL DISCURSO SOBRE LA TENTACIÓN

A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Tiro
C. MOMENTO: Mientras enseñaba en Tiro, una noche Natanael preguntó a Jesús: “Maestro, ¿por qué oramos a Dios para que no nos conduzca a la tentación, si bien sabemos por tu revelación del Padre que él nunca hace tales cosas?”
D. REFERENCIAS(1738.2) 156:5.3
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Dijo Jesús: No es extraño que hagas estas preguntas. Nuestros antepasados veían a Dios en casi todo lo que sucedía—en todos los acontecimientos naturales y en cada episodio poco común. Relacionaban a Dios tanto con el bien como con el mal.
2. Pensaban que había ablandado el corazón de Moisés y endurecido el corazón del faraón.
3. Si el hombre sentía un fuerte impulso por hacer algo, tenía por costumbre decir: “El Señor me habló y me dijo, haz esto y aquello, o ve aquí o allí.”
4. Como los hombres caen tan a menudo en la tentación, se tornó costumbre de nuestros antepasados creer que Dios los conducía a la tentación para tentarlos o castigarlos. Pero ya sabes que no es así.
5. Sabes que los hombres demasiado frecuentemente son conducidos a la tentación por su egoísmo y los impulsos de su naturaleza animal.
6. Cuando seas tentado de esta manera, redirige tus energías de la mente y el cuerpo a canales más altos—metas idealistas. Transforma las tentaciones en el tipo más elevado de ministerio mortal edificante, evitando así esos ruinosos conflictos entre la naturaleza animal y la naturaleza espiritual..
7. Te advierto contra la locura de intentar sobreponerse a la tentación reemplazando un deseo por otro supuestamente superior mediante la sola fuerza de la voluntad humana.
8. Tu victoria consiste en desarrollar un amor hacia la conducta más alta que se sustituye después fácilmente por la más baja. De este modo te liberas de la tentación a través de la transformación espiritual.
9. Evitas la supresión engañosa de los deseos mortales porque lo viejo e inferior se olvida en el amor de lo nuevo y superior. La belleza triunfa sobre la fealdad.
10. Hay una energía poderosa en la aflicción espiritual sincera. No te dejes conquistar por el mal, conquista el mal con el bien.
11. El éxito material depende de la ambición, el juicio y la sabiduría. El liderazgo depende de la habilidad natural, la discreción, la fuerza de voluntad y la determinación.
12. El destino espiritual depende de la fe, el amor y la devoción a la verdad—el deseo de todo corazón de encontrar a Dios y de ser como él.
13. No os desalentéis al descubrir que sois humanos. Podéis tener tendencias al mal, pero eso no es pecado. Los errores del tiempo se perdonarán en la eternidad. Adquirid una visión a larga distancia de vuestro destino.
14. No juzguéis un alma por sus imperfecciones y por sus episodios desafortunados, sino más bien por sus anhelos espirituales y sus verdaderos propósitos.
15. La religión es la experiencia espiritual de hacer evolucionar el alma inmortal, pero estas energías son fuerzas poderosas cuando se trata con problemas sociales y económicos. Las dotaciones espirituales hacen que todos los niveles del vivir humano sean más ricos y significativos.
16. Si amáis solo a los que os aman, viviréis una vida limitada y mezquina. El amor humano puede ser recíproco, pero el amor divino se dirige hacia afuera—no se puede autocontener.
17. Debéis creer en el triunfo de la rectitud—no dudéis de la salvación eterna. Debéis aprender a escapar de los agobios de la vida mientras refrescáis vuestra alma, inspiráis la mente, y renováis el espíritu mediante la comunión de adoración.
18. Los individuos conocedores de Dios no se desalientan por la desgracia ni por las desilusiones. No se perturban por los cataclismos materiales. Poseen una técnica vigorizante y constructiva para enfrentarse a las vicisitudes de la vida.
19. El vivir espiritual aumenta el respeto por uno mismo—no la admiración hacia uno mismo. No es posible respetarse a sí mismo más de lo que se ama al prójimo; el uno es la medida de la capacidad del otro.
20. Volveos más hábil al atraer a las almas hambrientas al reino espiritual revelando la bondad de Dios.
21. Dejad que vuestros ideales sean lo bastante altos para asegurar la salvación eterna, mientras vuestras ideas son tan prácticas como para haceros ciudadanos útiles. Dad al César las cosas materiales y a Dios las cosas espirituales.
22. La medida de la capacidad espiritual es vuestra fe en la verdad y vuestro amor a los hombres. La medida del carácter humano es vuestra aptitud de resistir el resentimiento. La derrota es el verdadero espejo en el que podéis ver honradamente vuestro verdadero yo.
23. A medida que crecéis en los asuntos del reino, tendréis más tacto con los mortales problemáticos y los compañeros obstinados.
24. El tacto es el fulcro del poderío social; la tolerancia es la marca de un alma grande. Si poseéis estos encantadores dones, estaréis más alerta y seréis más expertos en evitar malentendidos sociales.
25. Muchos de los problemas atribulan a los que sufren por falta de ajuste emocional-los que se niegan a madurar y los que se niegan a envejecer con garbo.
26. Evitad la deshonestidad al proclamar el evangelio—No busquéis un reconocimiento no ganado. Deberíais recibir y dar amor profusamente, pero buscad solo el honor que os pertenece.
27. El mortal consciente de Dios:
Está seguro de la salvación.
No tiene miedo de la vida.
Es honrado y coherente.
Soporta valientemente los sufrimientos inevitables.
No se queja al enfrentarse con dificultades inescapables.
28. El creyente sincero no se cansa de hacer el bien solamente porque esté frustrado. Las dificultades inflaman el ardor del amante de la verdad, mientras que los obstáculos sólo sirven de reto a los esfuerzos del constructor intrépido del reino

https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#34_DISCUSSION_OF_TEMPTATION

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