Monday, June 24, 2019

LIBRO DE URANTIA PARTE II - LAS PARABOLAS DE JESUS -12. LA PARÁBOLA DEL AMO AUSENTE



LIBRO DE URANTIA PARTE II - LAS PARABOLAS DE JESUS
12. LA PARÁBOLA DEL AMO AUSENTE


A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—el Templo
C. MOMENTO: En el transcurso del sermón del lunes en el templo, y después de la parábola de los dos hijos.
E. LA PARÁBOLA: “Cuando los principales fariseos y escribas que habían tratado de hacer caer a Jesús en una trampa con sus preguntas, terminaron de escuchar la historia de los dos hijos, se retiraron para asesorarse ulteriormente entre ellos, y el Maestro, volviendo la atención a la multitud de oyentes, relató otra parábola:
“«Había un buen hombre, propietario de tierras, y plantó él una viña. La cercó de seto vivo, cavó en ella un pozo para el lagar de vino, y edificó una torre para los guardias. Luego le arrendó la viña a unos arrendatarios y se fue en un largo viaje a otro país. Cuando se acercó la temporada de los frutos, envió sus siervos a los arrendatarios, para que recibiesen sus rentas. Mas los arrendatarios se aconsejaron entre ellos y se negaron a dar a los siervos los frutos que le debían al amo; en cambio, cayeron sobre los siervos, a uno golpearon, a otro apedrearon, y enviaron a los demás de vuelta con las manos vacías. Cuando el propietario oyó lo que había ocurrido, envió a otros siervos más de confianza para que trataran con esos arrendatarios malvados, y a éstos, los arrendatarios hirieron y también trataron de una manera vergonzosa. Y entonces el amo envió a su siervo favorito, su mayordomo, y ellos lo mataron. Aun así, con paciencia y buena voluntad, envió muchos otros siervos, pero a ninguno de ellos lo recibían. A algunos los apalearon, a otros los mataron, y cuando el amo así fue tratado, decidió enviar a su hijo para que tratara con estos arrendatarios ingratos, diciéndose: ‘Puede que traten mal a mis siervos, pero con toda seguridad tendrán respeto a mi hijo amado'. Pero cuando los arrendatarios impenitentes y protervos vieron al hijo, razonaron para sus adentros: ‘Éste es el heredero; venid, matémoslo y su herencia será nuestra'. Así pues lo tomaron, y después de echarlo fuera de la viña, lo mataron. Cuando el propietario de la viña oiga que ellos rechazaron y mataron a su hijo, ¿qué hará él a aquellos arrendatarios ingratos y perversos?'»
“Y cuando la gente escuchó esta parábola y la pregunta de Jesús, contestaron: «Destruirá a estos hombres miserables y arrendará su viña a otros arrendatarios honestos que le entreguen los frutos a su tiempo». Y cuando algunos de los oyentes percibieron que esta parábola se refería a la nación judía, a su trato de los profetas y al inminente rechazo de Jesús y del evangelio del reino, dijeron con pesadumbre: «Quiera Dios que no sigamos haciendo estas obras».
“Jesús vio a un grupo de saduceos y fariseos que se abrían paso en la multitud, y se calló un momento, hasta que llegaron junto a él, entonces dijo: «Vosotros sabéis cómo vuestros padres rechazaron a los profetas, y bien sabéis que habéis decidido en vuestro corazón rechazar al Hijo del Hombre». Luego, mirando fijo a los ojos de los sacerdotes y ancianos que estaban de pie cerca de él, Jesús dijo: «Acaso nunca leísteis en las Escrituras sobre la piedra que rechazaron los edificadores, y que, cuando la gente la descubrió, fue hecha cabeza del ángulo? Así pues otra vez os advierto que, si continuáis rechazando este evangelio, finalmente el reino de Dios se os quitará y se le entregará a un pueblo que desee recibir la buena nueva y rendir los frutos del espíritu. Hay un misterio en esta piedra, puesto que el que la tropiece y caiga sobre ella, aunque se quebrante, será salvado; pero sobre el que cayere ésta, será hecho polvo y sus cenizas serán esparcidas a los cuatro vientos».”
F. LA LECCIÓN:
  1. Hay tantas facetas en esta parábola que resulta tentador convertirla en alegoría antes que en buscar la cuestión central.
  2. La cuestión es: el hijo del amo ha venido y planean asesinarle—de este modo esperan mantener su religión tradicional de autoridad y aferrarse a sus cargos de poder eclesiástico.
  3. Nos sentimos tentados a ver en el envío del mayordomo, después de haber enviado a numerosos sirvientes, una referencia a la llegada de Maquiventa Melquisedek.





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