Hombre y Mujer: 5 Consejos para Entenderse
Hombre y Mujer: 5 Consejos para Entenderse
Las mujeres y los hombres abordan los problemas de forma diferente, piensan y perciben el mundo que les rodea de forma distinta. ¿Cómo podemos encontrar puntos en común y evitar conflictos innecesarios? Para ello, hay 5 consejos que te ayudarán a entender al sexo opuesto.
Pensamos de manera diferente, resolvemos los problemas de manera diferente y encontramos respuestas a preguntas importantes de manera diferente. Nuestro proceso de pensamiento y percepción emocional difieren. Por eso no nos entendemos tan a menudo. Pero las discusiones y las peleas se pueden evitar. Las mujeres quieren hablar, se quejan de que los hombres no quieren escucharlas. Se preguntan por qué las mujeres se sienten ofendidas. Parece que el problema no se puede resolver. Pero no es así.
A continuación, se ofrecen cinco consejos para ayudaros a entenderos.
1. Los hombres pasan de una tarea a otra. Las mujeres hacen varias cosas al mismo tiempo.
Esta diferencia se explica por el trabajo sistemático de los hemisferios izquierdo y derecho en los hombres. El problema es la solución. El problema es la solución.
Los dos hemisferios de la mujer trabajan al mismo tiempo. La mujer resuelve varias tareas y pasa fácilmente de una a otra. Por eso, no tiene sentido pedirle a su marido todo de golpe: pelar las patatas, arreglar la estantería, vestir al niño y hacer la cama. Y esperar que cumpla sus peticiones de inmediato. Tenga paciencia, no lo haga todo de golpe. Espere a que se complete una tarea y luego hagamos la siguiente.
2. El hombre da una solución ya preparada. La mujer reflexiona sobre el problema en voz alta.
Los hombres rara vez consultan con amigos y familiares. Estudian la cuestión desde todos los ángulos por su cuenta, buscando respuestas en experiencias pasadas, libros y artículos. Al final, se obtiene una respuesta meditada y equilibrada. Punto. El problema ha sido resuelto.
La mujer no sabe cuánto tiempo y en qué medida el hombre pensó en la decisión. Ella quiere hablar con él, adoptar una actitud emocional ante el problema. Él quiere saber cómo se siente.
El hecho es que en los hombres, al tomar decisiones, trabajan principalmente los lóbulos temporales del cerebro, que son los encargados del análisis. En la mujer, se activa el sistema límbico, responsable de las emociones. Primero, entiende lo que le gusta y lo que no le gusta, y luego, averigua por qué.
No esperes que un hombre mire contigo cientos de opciones de papel tapiz en una habitación, que discuta lo que piensa una vecina, una novia, blogueros de moda, lo que dijeron en el programa y lo que dirá su madre. Simplemente pregúntale por qué piensa eso y escucharás una cadena lógica de argumentos razonables.
3. El hombre por el resultado, la mujer por el proceso
No le gusta el proceso de toma de decisiones. Si va a la tienda a comprar un abrigo, quiere comprar rápidamente lo primero que le quede bien, siempre que sea cómodo y cálido.
La mujer se involucra en el proceso, aborda emocionalmente cada etapa de la solución del problema. Ella toma el veredicto final del hombre como un veredicto. ¿Por qué no analizamos algunas opciones más y las analizamos todas? No esperes que tu amante vaya de compras felizmente, ve tú solo y disfruta del proceso.
4. El hombre mira el problema como un todo, la mujer se preocupa de los detalles.
No piensa en los detalles. A la hora de elegir una silla para la oficina, piensa en la comodidad y la funcionalidad. Para una mujer es importante que la silla combine con el color del papel pintado, que los detalles sean cromados y combinen con la lámpara de la mesa.
No le “cargues” al hombre de detalles, ofrécele inmediatamente aquellas opciones de las que estés segura, que te parezcan ideales. Él elegirá la óptima.
5. El hombre crea, la mujer mejora.
Encuentra una solución y considera que el proceso ha terminado. Has construido una casa, todos tienen una habitación, hace calor. ¿Qué más hace falta? Una mujer aborda las cosas de otra manera. La casa está construida, pero el baño se puede cambiar por un jacuzzi y se puede terminar una piscina en el patio. Los muebles se vuelven obsoletos rápidamente, la moda cambia. Es hora de cambiar los armarios de la cocina.
Ella necesita mejorar constantemente el entorno que la rodea. Después de todo, todo puede funcionar aún mejor, así que ¿por qué detenerse? El hombre está completamente seguro de que el trabajo está hecho y ya no piensa más en ello. Por eso, no siempre tiene sentido consultar interminablemente con su marido sobre el color de las cortinas, la forma de la jabonera o la cantidad de jarrones en el pasillo.
No te olvides de las diferencias. Este pequeño recordatorio te ayudará a evitar conflictos innecesarios por cosas sin importancia.
Autora: Maria Zadevalova
https://econet.ru/articles/muzhchina-i-zhenschina-5-podskazok-chtoby-ponyat-drug-druga
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