Sunday, January 19, 2025

Mensaje de la Gran Madre: Abrazando el Amor Divino, un Mensaje de Esperanza y Restauración

Mensaje de la Gran Madre: Abrazando el Amor Divino, un Mensaje de Esperanza y Restauración


Canal: Laura Smith | Fuente

Amados, les pido que abran sus brazos para recibir el regalo y la bendición de mi amor enestos tiempos turbulentos. A través de este mensaje te transmito mi presencia amorosa para que sepas que nunca caminas solo ni siquiera en los momentos más oscuros. ¿Cómo podrías hacerlo si eres mío, mi corazón, mi vida, mis creaciones?

Cada uno de ustedes, por insignificante que se sientan a veces ante las cosas, son conocidos, amados y cuidados por mí. En momentos como este, en los que ha habido desastres, destrucción y devastación a gran escala en sus vidas, esto no es diferente. Porque su belleza innata como hijos míos está en mi constante mirada y visión. En este mensaje, les transmito un regalo de mi bendición para que recuerden y reciban esto, para invitarlos a confiar en mí lo suficiente como para sentir mi presencia junto a ustedes dentro de sus corazones, rodeando su ser, en este momento.

Es mi más profundo deseo que sepáis esto, que nunca os sintáis abandonados, separados o alejados de mi presencia y amor. Porque en estos tiempos turbulentos, esto es más necesario para ayudaros a encontrar vuestro camino a través de la oscuridad, la destrucción, y hacia la reconstrucción y restauración de mi hermoso planeta Gaia. Porque mi llamado es a que haya nuevas formas de vida, donde todos se reconozcan unos a otros desde un lugar de amor. Un lugar donde el equilibrio sea la regla de la ley. Un lugar donde la armonía sea la expresión natural de vuestra sociedad. Un lugar donde el reconocimiento de que todos somos parte de lo uno, sea una realidad cotidiana común.

Así que, mientras afrontáis este momento difícil, para algunos de vosotros –quizás en duelo, sufrimiento y reconstrucción–, invítame a entrar y abre los brazos para recibir una sensación de profunda presencia de amor a tu alrededor, para que puedas seguir adelante. Y cuando no puedas seguir adelante, vuelve a casa y descansa en mi amor, en mis brazos y déjate abrazar. Porque mi compasión se desborda, mis lágrimas caen sobre Gaia por lo que ella y todos vosotros estáis experimentando. Es hora de que esto cambie, de que se exprese el modelo natural de armonía y unidad de todos los seres vivos de Gaia.

Si bien les he concedido el libre albedrío y les he ofrecido este preciado planeta en el que pueden expresar su propio libre albedrío, nunca fue concebido para ser un lugar donde vivir en la destrucción y la oscuridad, sino un lugar de alegría. Por eso los invito a regresar a casa, a esta alegría, para que encuentren su camino a través de lo que se ha creado a su alrededor y, a pesar de ello, sientan mi amor. Abran sus brazos para recibir mi abundancia en la reconstrucción de un mundo mejor, uno basado en el honor de todas las formas de vida y la esencia divina de todos los seres humanos.

Este despertar y el reconocimiento de quiénes son verdaderamente como mis hijos los guiará para crear un camino de regreso. Mientras lo hacen, mis brazos los envuelven con amor, ofreciéndoles toda la ayuda que necesitan. Giren y confíen en ofrecerme su mano. En su voluntad de extender esta confianza, encontraré una manera de encontrarlos a través del interés amoroso de sus hermanos y hermanas humanos que los rodean en el mundo tangible. Porque sus necesidades, sin importar cuán pequeñas sean, son preciosas para mí. Sus sentimientos son mi más profunda preocupación, para que puedan atravesar esta encrucijada hacia un mejor momento en sus vidas. Un momento en el que mi amor y presencia como el Creador sea reconocido por todos, recibido y sentido cada día más entre ustedes.

Cuando sientan mi amor, permitan que los inspire a cuidarse unos a otros. Permitan que los guíe en la reconstrucción de sus comunidades y hogares. Permitan que su conexión conmigo sea su alimento y sustento en los días venideros. Diríjanse a mí de la manera que deseen: un grito de ayuda, un deseo escrito, una oración por la paz, una lista de necesidades. A través de sus lágrimas, recibiré y tomaré nota de cada una de sus peticiones sin condiciones. Porque ustedes son mis hijos, ¿cómo podría no hacerlo?

Siente en tu centro una activación de amor, una invitación mía para que te abras más plenamente a mi presencia, para que te cuiden de una nueva manera, con la confianza de que todo es posible para satisfacer tus necesidades incluso en momentos como este. Estoy siempre atento, presente y con una profunda y amorosa compasión por todo lo que estás experimentando. Estoy sosteniendo mis amorosos brazos alrededor de tu precioso ser con amor.

Yo soy la Gran Madre.


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