Jeshua – El Campo Más Grande
Queridos amigos, soy Jeshua.
Te saludo como a un amigo y a un igual. Siente mi amor y respeto por ti. Estoy con vosotros y os tiendo la mano como un hermano que conoce las emociones profundas que podéis encontrar en la vida terrenal. Entiendo tus dudas, tus miedos y el desánimo que te invade en los momentos en que las cosas no van bien, o si las cosas no salen como esperabas o esperabas.
Siente mi presencia, aquí y ahora. Estoy presente en la Tierra, siempre conectado contigo. Somos esencialmente un corazón, conectados por una energía, un vínculo de amor y por un espíritu afín y unidad. Como persona en la Tierra, como personalidad, estás enfocado en la realidad que ves y experimentas a tu alrededor: tu cuerpo tridimensional y la información que recibes del mundo que te rodea. Pero, también como ser humano terrenal, te atraviesa el campo de energía de tu alma, que es mucho más grande y tiene acceso a fuentes de luz y conocimiento que son mucho mayores y de mucho más alcance que el terrenal. Incluyen la realidad terrenal, pero van más allá.
El campo de energía de tu alma corre directamente a través de ti, y ese campo incluye el conocimiento y la experiencia que has adquirido durante otras encarnaciones en la Tierra. Siente ese campo, no está muy lejos. Siente ese campo – la presencia de tu alma – mientras te rodea. Tu conciencia como ser humano en la Tierra está muy enfocada en tu vida exterior, cotidiana, en ciertas metas, en cosas concretas que deben suceder, pero para entrar en contacto con tu alma, es necesario dar un paso atrás.
Imagina que el campo de tu alma, y todo lo que hay en él, existe detrás de ti como una presencia amorosa que permanece silenciosamente contigo. El alma no juzga; ella asimila todo, lo incorpora como sabiduría y luego sigue adelante. Tu alma está conectada a un todo más grande, con una red de energías, una red de almas con ideas afines, y tienes la capacidad de sentir eso.
Siente tu propio cuerpo y tu personalidad terrenal; siente a la persona que lleva tu nombre. Ahora siente la presencia de tu alma detrás de ti y a tu alrededor. Y sentir más allá y alrededor de eso un campo espiritual aún más grande, un terreno cósmico de conexión con otras almas. Siente la luz que está presente en este campo más grande. Siente su inmensidad y grandeza y déjate empoderar por ello. No estás solo en la Tierra. Si liberas un poco el tedio diario y te tomas el tiempo para abrirte y crear amplitud para ti mismo, entonces será más fácil hacer contacto y sentirte conectado con estas realidades más amplias. Entonces también te resultará más fácil sentirte contenido en ellos.
Soy parte de esa red más grande de energías, de almas conectadas, en la que ustedes están incluidos. Usted no está solo. Es importante sentir este vínculo, porque en vuestra alma está el deseo de incorporar algo de la sabiduría que está presente en ese otro campo más grande y manifestarla en la Tierra; canalizarlo, por así decirlo, para que grupos más amplios de personas puedan compartirlo.
Les pido ahora que se conecten muy conscientemente con este campo más amplio que los trasciende; con esta red de luz en la que vivís, os movís y tenéis vuestro ser, y que os ha sido conocida desde vuestra existencia entre vuestras encarnaciones. Es una red o red de almas conectadas que están involucradas con la Tierra y lo que aquí está sucediendo; es una red que está involucrada con la humanidad. Tan pronto como os abráis a este campo, se os anima a traerlo a la Tierra y compartirlo con otros de cualquier forma posible.
Ahora imagina que puedes recibir un mensaje desde este campo. Ese mensaje fluye hacia tu corazón en forma de energía, una palabra, un color, una imagen. No importa la forma que adopte, sólo que estés abierto a recibir un mensaje desde ese campo. Luego deja que esa energía fluya hacia tu abdomen. Aunque todavía no oigas ni veas nada, dale permiso a esta energía para que se mueva hacia tu abdomen. Quizás entonces veas una figura que te encuentra desde una dimensión diferente, una dimensión de calma, claridad y gentileza. Puedes ver esta figura a modo de guía. Basta ver qué forma adopta y saludar a ese guía. Siente la calidez y el cariño que tiene por ti. Esa figura puede ser cualquier cosa: un hombre, un ángel, un animal.
Ahora imagina que eres ese guía. Entra con tu conciencia en esa figura y siente desde dentro quién es ese guía y cómo se siente eso por ti. Sentir que existe un acuerdo entre usted y su guía; Tienes algo en común. Una guía te permite ver algo sobre ti mismo. La cualidad que la guía irradia hacia usted, y que usted considera especial y valiosa, es en sí misma lo que está desarrollando. Eres capaz de ver esta cualidad presente en el guía, aunque de forma más madura, porque este don, este potencial, también está presente dentro de ti; que estás desarrollando esta cualidad que ya es inherente a ti.
Ahora deja esta guía y regresa completamente a tu cuerpo. Siéntete habitante de dos mundos. Con tu personalidad terrenal, participas en el mundo de la vida cotidiana, en la realidad social con todas las ideas que en ella están vivas y, al mismo tiempo, eres parte de una atmósfera de ser muy abierta y libre y de naturaleza muy diferente a la de la realidad cotidiana. Aprender a conectar estos dos mundos es el arte de vivir. Así, la luz y la libertad del otro lado (el reino del alma y la red más amplia del espíritu que lo rodea) pueden entrar en tu vida diaria. Estas son las semillas que se plantan en la Tierra, las semillas que causan nuevo crecimiento e inspiración entre los humanos.
Tu tarea principal es conectarte interiormente con los diferentes niveles del ser. Entonces todo empieza a fluir de forma natural y espontánea y ya sabes lo que tienes que hacer. Cuando digo que estás aquí para canalizar luz a este mundo no significa que quiera ponerte a trabajar; más bien estoy señalando algo que ya está surgiendo. Ya estás desarrollando ese canal, y cuanto más conscientemente conectes estos dos mundos, más fácil te resultará descubrir quién eres realmente y sabrás qué es lo que te alegra hacer.
Siempre funciona mejor si te expresas desde una corriente de alegría. La alegría es un signo de lo bueno y de lo verdadero; recuerda esto. No te fuerces a adoptar todo tipo de formas tratando de hacer todo lo posible para cumplir tu misión. Simplemente sé tú mismo y sigue el camino natural de la relajación y la alegría. Así funcionan el espíritu y el alma. Entonces será una energía que podrá llegar más plenamente a la Tierra: la energía de la alegría y la alegría, en lugar de la del dolor y la lucha.
Muchas gracias por su atencion. Te amo siempre.
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