EL LIBRO DE URANTIA Parte I - Palabras de Jesús
89. LA NATURALEZA POSITIVA DE LA RELIGIÓN DE JESÚS
“En Filadelfia, donde trabajaba Santiago, Jesús enseñó a los discípulos sobre la naturaleza positiva del evangelio del reino. Cuando, en el curso de sus palabras, sugirió que algunas partes de las Escrituras contenían más verdades que otras y advirtió a sus oyentes que alimentaran su alma con el mejor alimento espiritual, Santiago interrumpió al Maestro, preguntando: «¿Quieres, Maestro, tener la bondad de sugerirnos cómo podremos elegir los mejores pasajes de las Escrituras para nuestra edificación personal?» Jesús replicó: «Sí, Santiago, cuando leáis las Escrituras, buscad aquellas enseñanzas eternamente verdaderas y divinamente hermosas, como:
“«Crea en mi, Oh Señor, un corazón limpio.
“«El Señor es mi pastor; nada me faltará.
“«Ama a tu prójimo como a ti mismo.
“«Porque yo, el Señor tu Dios, te tomaré de la mano derecha, y te dice: No temas; yo te ayudo.
“«Ni tampoco se adiestrarán más las naciones para la guerra».” (1769.3) 159:5.1
“Cuando Jesús instruyó a sus apóstoles que si les quitaban injustamente el abrigo, ofrecieran la otra prenda, se refería no tanto a una segunda prenda, literalmente, sino a la idea de hacer algo positivo para salvar al que erraba, en vez de seguir el antiguo consejo de la venganza —«ojo por ojo» y así sucesivamente. Jesús aborrecía la idea de la venganza, así mismo la de convertirse en un mero sufriente pasivo o una víctima de la injusticia. En esta ocasión, les enseñó tres maneras de encarar el mal y resistirlo:
“1. Devolver el mal con el mal —el método positivo, pero no recto.“2. Sufrir el mal sin queja y sin resistencia —el método puramente negativo.“3. Devolver el bien por el mal, afirmar la voluntad para adueñarse de la situación, para conquistar el mal con el bien —el método positivo y recto.
“Uno de los apóstoles cierta vez preguntó: «Maestro, ¿qué debo hacer si un extraño me fuerza a llevar su carga por una milla?» Jesús respondió: «No te sientes y suspires de alivio mientras insultas en voz baja al extraño. La rectitud no proviene de las actitudes pasivas. Si no puedes pensar en nada más eficazmente positivo, por lo menos podrás llevar la carga por una segunda milla. Es indudable que esa acción habrá de desafiar al injusto extraño impío».” (1770.3) 159:5.11
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