Heavenletters El Corazon de Dios Heavenletter # 512

Heavenletters
El Corazon de Dios
Heavenletter # 512
Publicado el: 17 de Marzo de 2002

Dios dijo:
Te estoy diciendo que te levantes. Si crees que solo eres tu cuerpo mortal caminando, estás muerto en lo más profundo de ti. Te resucito de la muerte. No perteneces allí.

Te has convertido en un sonámbulo. Te mueves mientras duermes. No sabes lo que haces. No sabes la diferencia entre dormir y despertar.

No puse reloj despertador para ti. Sonó hace mucho tiempo. Todos los pájaros lo cantan. "Despierta, despierta hasta el amanecer".

Los vientos en las hojas te lo dicen.

El sol lo dice en silencio todas las mañanas.

Todo se despierta por la mañana menos tú. Tu cuerpo despierta. Te lavas la cara. Pero llevas una vieja imagen de ti mismo, y eso es lo que ves en el espejo cuando te afeitas.

Ves viejo, viejo, viejo donde sea que mires. No ves nuevo, porque no lo buscas. Miras para ver lo que siempre has visto, y a eso lo llamas consuelo. Al mismo tiempo te quejas de eso.

Todo lo que tienes que hacer es abrir los ojos.

Y eso es lo que temes hacer. Qué es exactamente lo que temes, no lo sé. No puedes ver menos de lo que has visto. Solo puedes ver más. Y hay más por ver.

Tienes miedo de cambiar tus pensamientos. Piensas que lo que siempre has pensado o lo que se te ha transmitido debe ser aferrado, como si fuera sagrado. Pero es la santidad que te di, pero que has dejado ir. Aceptas la escoria por oro y te abandonas. Aceptas la vieja lata maltratada y pasas por alto la cuchara dorada.

No importa cuán lejos haya llegado, tiene que ir más lejos.

No me escapo de ti, pero tienes más apertura para hacer. No puedes sentarte en tus laureles, porque ya no son laureles.

No soy un Dios que cambia. No soy un Dios que está lejos de ti. Y aun así tienes que viajar a Mí. Tienes que quitar tu mano de la barandilla y ascender a Mi corazón.

Cualquiera que sea la historia en la que se encuentre, hay otro tramo de escaleras, y uno después de eso, y con cada paso se acerca a su conciencia de Nuestra Unidad.

Te llamo a Nuestra Unidad. No tengas miedo. No hay nada más que hacer que venir. Has hecho toda la carrera que puedes. Detente un momento ahora y considera Mi anhelo por ti. ¿Me harías añorar o me contestarías?

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