HISTORIA DE LA HUMANIDAD
(ESPIRITUALIDAD DE LA INTENCIÓN)
Hola mis queridos y amados hijos!
Así que, continuemos la conversación sobre cómo puedes reestructurar tu percepción de la realidad desde lo material a lo espiritual.
En realidad, esto no es tan difícil de hacer, ya que el principio espiritual vive en cada persona, pero a menudo no es consciente de ello.
Tomemos este ejemplo:
Digamos que algo malo le pasó a tu amigo.
¿Cuál será tu primer impulso?
Lo más probable es que quieras ayudarlo, y en este caso no importa qué tipo de ayuda sea: lo principal es que tengas ese deseo.
Así se manifiesta la compasión sincera inherente a cada alma humana pura.
Y entonces la Mente puede activarse, y empezará a arrojarte pensamientos bastante materiales: ¿ayudar a esta persona te hará daño?, ¿será excesivo?, ¿la persona merece tal ayuda?, ¿podrá agradecerte por ella, etc., etc.?
Por eso, es muy importante entender que si haces algo sinceramente y desde el Alma, no debes esperar gratitud por ello.
Sólo en este caso no te decepcionarás de esta persona y no te arrepentirás de tus acciones.
Lo más importante es que fue una orden de tu Alma, no de tu Mente, lo que significa que adoptaste un enfoque espiritual hacia la vida.
Otra cosa es que aquí también tienes que saber escuchar tu intuición: ¿qué utilidad tendrá tu ayuda para una persona?, ¿interferirá en su destino?, ¿le impedirá aprender sus propias lecciones de vida?.
Pero este es ya el “nivel más alto” de sentir a las personas y las situaciones, al que todavía pueden acceder pocos.
En cualquier caso, un deseo sincero y espontáneo de ayudar al prójimo es ya una manifestación de espiritualidad.
Y la indiferencia y la falta total de compasión hacia otras personas es un signo de falta de espiritualidad, característico de las personas puramente materialistas, que son muchos seres de baja vibración encarnados en cuerpos humanos.
Son ellos quienes, si prestan ayuda, no lo hacen desinteresadamente, esperando gratitud y aprecio de la persona, y también recordándole constantemente su “buena acción”.
Por lo tanto, lo primero a lo que debes prestar atención en tales situaciones es qué pensamientos y emociones te impulsan cuando ayudas a otras personas.
Arrojarán luz sobre cuán espiritual es tu intención y qué hay en su base: si es la orden de tu Alma o de tu Mente.
Aquí es donde nos detendremos hoy.
El Padre Absoluto, que os ama inconmensurablemente, os habló.
Aceptado por Marta el 30 de enero de 2025
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