EL AMOR DE LA TIERRA ~ 8 de Agosto de 2020
8 de agosto de 2020
Pamela Kribbe canaliza la Tierra
Queridos pueblos, soy la voz de la Tierra y les doy la bienvenida.
Te llevo, y en el amor y la entrega fluyo a través de ti. Vivo dentro de las células de tu cuerpo. Te expresas a través de mí, pero yo también encuentro expresión a través de ti. Disfruto estar contigo y experimentar la vida en la Tierra a través de tu conciencia humana. Me gustaría que te atrevieras a rendirte a mí; atreverse a entregarse a su cuerpo, a sus sentimientos y al fluir de la vida que hay dentro de usted. Ese es mi deseo .
Siente el poder de mi amor por ti. Eres mi hijo, porque te doy por madre. Quiero que me experimentes y me aceptes como una energía de apoyo en tu vida, pero que no lo hagas a través de tu cabeza y los procesos de pensamiento que te han enseñado. En su esencia, mi energía no funciona de forma determinante y directiva, sino que fluye con un ritmo natural y espontáneo. Siempre que tu alma se conecta conmigo desde un dejar ir a la vida, bailamos y experimentamos la vida juntos. Luego conectas la energía de tu alma, tu corazón cósmico, con mi energía terrenal en una conexión que fluye de arriba hacia abajo, en total entrega a las grandes fuerzas de la vida, tanto cósmicas como terrenales, y sin la intervención de la cabeza con su mente. procesos.
Este es el nuevo ser humano que aparecerá en la Tierra, el ser humano que reconoce y experimenta sus raíces terrenales y cósmicas, y se siente uno con esa experiencia. Lo que sucederá ahora en el mundo es que las personas se conecten tanto con su origen cósmico como con su vida terrenal por medio del cuerpo que las porta .
Tómese un momento para considerar el cuerpo humano como una puerta de entrada para que la energía cósmica fluya hacia la Tierra. Esta semana todos habéis estado en diferentes cuevas (en el sur de Francia). Estas son puertas de entrada físicas para que la energía cósmica entre en la Tierra, como lo es su cuerpo. Tu cuerpo está compuesto por las poderosas y fundamentales energías de los elementos Tierra, que tienen como base: solidez, estabilidad y paz; sin embargo, al mismo tiempo, su cuerpo contiene una puerta de entrada de energía, una abertura para que los rayos de luz inspiradores fluyan desde el Sol Cósmico hacia la Tierra.
Tu cuerpo necesita estar anclado en la Tierra; estar completamente arraigado aquí. Y su cuerpo también necesita nutrición, no solo comida física: pan y agua, sino también comida etérea: la sensación de ser uno con la naturaleza al conectarse con árboles, plantas y animales; sentir el sol en tu piel, flotar en agua refrescante, respirar aire fresco y sentir el calor de un fuego. Todos estos elementos, mis elementos de agua, fuego, aire y tierra, son tanto energías espirituales como las de los maestros, maestros y ángeles a quienes reverencian. Mis energías espirituales están aquí entre nosotros y, a través de los elementos terrenales que proporciono, puedes unirte a ellos.
Estas energías espirituales terrenales están en todas partes de la Tierra. Vea a su alrededor las flores que crecen en el campo y las plantas y hierbas que les proporcionan lo que necesitan como seres humanos. Abraza estas energías de la Tierra y siente mi poder: ¡ este es tu Hogar! Y siempre que seas capaz de sentirte terrenal y arraigado, y te atrevas a nutrirte con todo lo que necesitas, física y energéticamente, entonces se abre la puerta a la luz de tu alma. Ese portal forma una conexión con este mundo terrenal y permite que este mundo florezca al infundirle luz cósmica.
Sienta por un momento lo que se necesita en su propia vida para lograr esta interacción de la mejor manera posible. Empiece por sentir a través de su cuerpo ese fundamento terrenal en usted mismo. Siente tu cuerpo anclado en mí. Aquí, en este entorno (sur de Francia), donde la naturaleza es salvaje y libre y ha sido cultivada y modificada lo menos posible, se puede experimentar más fácilmente el flujo puro de la energía de la Tierra. Tu cuerpo reconoce y responde a esta energía y no tienes que hacer nada mental para que eso suceda. Simplemente acuéstese en el césped y admire la naturaleza y la energía le llegará espontáneamente.
Sienta cómo la energía de la Tierra fluye hacia sus pies y cómo su cuerpo recupera una sensación más plena y sólida. Sienta la paz y la tranquilidad de las rocas debajo de usted, con su cubierta de tierra ancestral. Esta energía terrenal está ahí y te lleva porque eres parte de la naturaleza, al igual que los animales, las plantas y las piedras, el agua y el aire. Al igual que ellos, tú también eres una parte y un componente importante de la naturaleza. Abraza y acepta la realidad y la belleza de este hecho.
Este hecho también significa que cuando regrese a su hogar de esta visita y esté de regreso en su vida cotidiana, recordará sentir lo que es estar conectado con la Tierra y con la calma que necesita. Toma en serio el ritmo que viene de tu cuerpo y no te dejes desviar por las múltiples demandas que te vienen de la sociedad humana. No te llevan a donde tienes que estar; te alejan de tu esencia. Descanse un poco y relájese sintiendo los elementos de la Tierra. Aprecia estos elementos terrenales y nutre con ellos. Solo entonces se puede abrir la puerta de entrada para que la luz de su alma se manifieste verdaderamente en su vida diaria.
Haz una conexión ahora con la luz de tu alma. Has sentido lo que es estar arraigado y conectado conmigo, la Tierra, y has sentido lo que es recibir en tu propio cuerpo las fuerzas espirituales de los elementos terrenales. Ahora imagina qué fuerza cósmica, qué luz del alma quiere entrar en ti. Visualícelo descendiendo del cielo, desde el cielo sobre usted. Sienta su propia luz solar, la fuerza de su alma, y recíbala en su corazón. ¡Siéntelo brillar en tu corazón! Y vea cómo la energía de la Tierra recibe y responde a esa luz dentro de usted. ¡Qué delicioso es experimentar este resplandor!
Lo terrenal y lo cósmico son energías que responden y se necesitan mutuamente, no son energías opuestas. La energía de la Tierra en tu cuerpo se revitaliza y se llena de alegría y se inspira en la luz cósmica que eres, y esta unión de energías toma forma terrenal a través de ti . La luz cósmica no quiere nada más que estar aquí y fluir a través de las células de su cuerpo, para ayudar a la Tierra a ser fructífera y dar a luz a lo nuevo.
Eres tan bienvenido aquí, ¡necesito tu luz! Físicamente, como la Tierra, no puedo vivir sin la luz del Sol, y energéticamente, también necesito tu luz cósmica. Y eso solo puede fluir dentro de mí cuando te dejas recibir por mí; cuando confías en mí y te sientes como en casa aquí. Observa cómo ambas energías se unen ahora en ti: tu luz estelar cósmica unida a tu cuerpo, el ancla terrenal. Deje que se abrazen y deje que fluyan juntos por su cuerpo.
Aquí, entonces, está el apareamiento y la unión de las energías masculina y femenina; las energías tanto de dar como de recibir; el Sol y la Tierra. Permita que estas energías acopladas y unificadas fluyan a través de ustedes en círculos cada vez más amplios; no solo en tu cuerpo, sino en todo tu campo energético, tu aura. Permite que estas energías te renueven y te recuerden quién eres realmente: un ser de luz juguetón; un ser vivo presente aquí temporalmente para interactuar alegremente con mi energía en la Tierra. Experimenta nuevamente la unión íntima de la energía de la Tierra y la luz cósmica que eres. Dé la bienvenida e incorpore ese sentimiento de intimidad, y llévelo con usted cuando regrese a sus hogares.
Ahora, por un momento, mire su vida cotidiana desde la perspectiva de ese sentimiento de unión íntima de energías. Simplemente sienta intuitivamente, y sin pensarlo, que está en su casa. Vea si puede encontrar una parte de su vida allí que cambiaría para estar más en equilibrio con su verdadera naturaleza. ¿Qué puedes hacer por ti mismo, física o emocionalmente, a través del cual te sentirías más nutrido y experimentarías más tranquilidad, relajación e inspiración? Entonces prométete a ti mismo darte esto. Haga más espacio en su vida para nutrirse tanto en las formas terrenales como celestiales.
Finalmente, quisiera pedirles que sientan las grandes fuerzas que les dan la bienvenida en esta vida. Reciba bajo sus pies los poderes nutritivos de la Madre, la Tierra, y desde arriba, los brazos amorosos del Padre que los protege y los aprecia. Sienta esta totalidad de fuerzas por encima y por debajo de usted, y permita que suceda esa unión. Simplemente suelte el exceso de pensar y hacer; Sepan que están llevados por fuerzas mayores que los aman, que quieren lo mejor para ustedes. Entrégueles el control y déjese llevar por una gran ola de energía.
Un mundo nuevo te espera, y como te entregas a ese flujo de energía, te conviertes en uno de los que preparan y dan forma al nuevo mundo. Está sucediendo ; hay mucho que está evolucionando ahora en la Tierra . El paso más grande para ti es atreverte a rendirte a las fuerzas tanto de la Tierra como del Cielo. Te quiero; siente mi mano en la tuya, nunca estás solo.
© Pamela Kribbe
Traducción de Maria Baes y Frank Tehan
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