El Arte de Despertar:
¡Un apasionante viaje a la Quinta Dimensión!
Aurora Ray
Embajadora de la Federación Galáctica
NUESTRA VERDADERA NATURALEZA 5D ESTÁ SIEMPRE PRESENTE PERO OCULTA BAJO CAPAS DE ENGAÑO. CUANDO RECUPERAMOS NUESTRO DERECHO DE NACIMIENTO A LA CONCIENCIA, EL SUEÑO DE LA VIDA ORDINARIA SE DESVANECE. REDESCUBRIMOS EL MARAVILLOSO Y LA FASCINACIÓN INFANTIL POR LAS COSAS MÁS SIMPLES. ¡LA CONCIENCIA HACE QUE TODO SEA MÁS VÍVIDO Y MÁS SIGNIFICATIVO!
El arte del despertar se refiere al proceso de volverse plenamente consciente y perceptivo. En lugar de funcionar con el piloto automático, pasando la vida absorto en pensamientos y hábitos repetitivos, el despertar apunta a un estado de estar despierto, presente y atento.
El despertar se describe a menudo como una transformación espiritual profunda, que significa una iluminación en la que las personas llegan a comprender la verdadera naturaleza de la realidad al trascender a la quinta dimensión. Otros lo describen en términos más prácticos como el desarrollo de la conciencia y la presencia en la vida cotidiana. En cualquier sentido, el despertar sugiere ir más allá del velo de las construcciones mentales, los filtros emocionales y los comportamientos programados que limitan nuestra percepción y comprensión.
El "milagro de la conciencia" es el reconocimiento de que el despertar comienza simplemente tomando conciencia. No necesitamos cambiar drásticamente nuestras circunstancias ni alcanzar ningún estado especial. El punto de partida es la atención plena: prestar atención a lo que sucede dentro de nosotros y a nuestro alrededor sin juzgar ni reaccionar. Con la práctica constante, la conciencia comienza a penetrar las muchas capas de la mente y el cuerpo. Gradualmente, la conciencia misma se convierte en el agente del despertar.
El arte del despertar:
El despertar suele describirse como una forma de arte más que como una ciencia. Si bien existen técnicas y pasos que se pueden seguir, alcanzar un estado de conciencia requiere, en última instancia, cultivar la presencia y aprovechar la intuición. El despertar no es una fórmula, sino más bien un desarrollo orgánico que florece desde el interior.
El arte del despertar no tiene que ver con el control o la manipulación, sino con la apertura y la aceptación. Implica ser receptivo a cada momento tal como es, sin juzgar ni resistir. El despertar surge en los espacios entre los pensamientos, en el silencio que se esconde tras las palabras y en el despertar a la vitalidad que late a través de nuestros sentidos.
Cuando el despertar se considera un arte, el foco pasa de esforzarse por alcanzar una meta a apreciar el viaje en sí. Cada momento se convierte en una oportunidad para conectar con la presencia. Incluso actos sencillos como beber té, lavar los platos o dar un paseo pueden volverse meditativos si se realizan con plena conciencia. A medida que dejamos de lado la tendencia a planificar constantemente el futuro o a rumiar sobre el pasado, descubrimos la belleza del presente.
El potencial creativo del arte del despertar reside en aprender a improvisar y confiar en la propia intuición. Así como la pintura es exploratoria, ya que combina colores y texturas de nuevas maneras, el despertar juega con las percepciones, los pensamientos y las experiencias para revelar nuevas perspectivas. No hay reglas establecidas, solo una apertura a todas las posibilidades. Cuando abordamos la vida como un lienzo en blanco, el despertar se convierte en un acto de sacar lo extraordinario de lo ordinario.
El arte del despertar nos recuerda que cada uno de nosotros tiene su propio camino distintivo hacia la presencia. Si bien los maestros pueden compartir señales, en última instancia, depende de nosotros liberar nuestro potencial creativo y hacer del despertar nuestra propia obra maestra única.
El milagro de la conciencia:
La conciencia es verdaderamente un regalo y un milagro. En nuestra agitada vida moderna, a menudo vivimos cada día con el piloto automático, sin estar completamente presentes ni ser conscientes del momento presente. Nos perdemos la belleza y la maravilla que tenemos justo delante de nosotros.
El simple acto de tomar conciencia de nuestras acciones, pensamientos y emociones puede transformar radicalmente nuestra experiencia de vida. Con la conciencia, lo mundano se vuelve mágico. Las cosas que pasamos por alto o damos por sentado de repente parecen nuevas y llenas de profundidad.
Cada respiración consciente, cada sensación del cuerpo, cada pensamiento percibido a medida que surge y cada emoción sentida plenamente tiene un elemento de milagro. De alguna manera hemos aprendido a descuidar nuestra verdadera naturaleza, que es estar despiertos y conscientes.
Cuando recuperamos nuestro derecho innato de la conciencia, el sueño de la vida cotidiana desaparece. Redescubrimos el asombro y la fascinación infantil por las cosas más simples. La conciencia hace que todo sea más vívido y más significativo.
Éste es el milagro: ya tenemos en nuestro interior la capacidad de estar despiertos y vivos. Sólo tenemos que reconocerla y cuidarla, ayudarla a florecer. Con la conciencia, el aburrimiento y la indiferencia se transforman en vitalidad y alegría. La conciencia es la puerta de entrada a vivir la vida plenamente.
El despertar a la naturaleza verdadera de uno mismo es la esencia de convertirse en un Buda. Cuando uno alcanza la cima de la conciencia y ve a través de la ilusión del ego, se produce un cambio fundamental. Al dejar de identificarse con el pequeño sentido del "yo", uno se expande hacia la inmensidad de un ser de quinta dimensión.
Nuestra verdadera naturaleza está siempre presente, pero oculta bajo capas de engaño. A medida que estos velos caen a través de la meditación y la introspección, uno se da cuenta de que la separación es una ilusión. ¡Todos los seres y toda la existencia están entrelazados como uno solo!
Te amamos mucho,
Estamos aquí contigo,
Somos tu familia de luz,
Somos la Federación Galáctica.
A'HO
Aurora Ray
Embajadora de la Federación Galáctica
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